El pasado 30 de Noviembre nos desplazamos a Valladolid para participar en el Trofeo Alejandro Blanco, una Copa de España de judo.
Tras el madrugón y un largo viaje que más de uno aprovechó para echar una cabezadita llegamos a las 8:30 al polideportivo donde se celebra el torneo. El pesaje único que dio bastantes problemas a otros competidores por suerte no nos da ningún susto a nosotros.
Salimos a calentar y observamos el ambiente. Se nos presenta una difícil competición con un gran nivel técnico de todos los judokas allí presentes, incluidos miembros del equipo nacional. Nuestro equipo de competición compuesto por los habituales salta al tatami con ganas aunque se ve sobrepasado por rivales de gran calidad y con muchos años más de experiencia.
Competimos en dos tandas, Rodrigo y Jorge primero. Rodrigo hace un buen combate contra un rival bastante superior al que consigue aguantar más de dos minutos, mientras que Jorge lucha contra un judoka al que podría haber ganado pero que le inmoviliza a un minuto del final tras un despiste al salir del suelo. Algo que seguramente nunca olvidará.
Pablo Fernández, Pablo Guijo y Alejandro son los siguientes. Fernández realiza un combate muy técnico, pero un molesto agarre de su rival unido a una mayor fuerza física acaban en un ippon para el contrario. Algo normal dado que Pablo compite en -81kg pesando 76kg. Su repesca sería con un judoka gallego contra el que Pablo pese haber realizado un gran combate nada puede hacer.
Guijo por su parte lucha contra uno de los favoritos de su categoría, plantea un buen combate que empieza dominando pero es al final cuando un error unido al cansancio acaba por dar la victoria a su rival.
Por último el combate de Alejandro, que se podría definir como fugaz. Su adversario marca ippon tras el saludo en un perfecto ouchi-gari que Alejandro no ve venir.
Como conclusión diría que lejos de ser un día para olvidar, nos sirve para aprender de nuestros errores y sobre todo de nuestros rivales.
El pasado 30 de Noviembre nos desplazamos a Valladolid para participar en el Trofeo Alejandro Blanco, una Copa de España de judo.
Tras el madrugón y un largo viaje que más de uno aprovechó para echar una cabezadita llegamos a las 8:30 al polideportivo donde se celebra el torneo. El pesaje único que dio bastantes problemas a otros competidores por suerte no nos da ningún susto a nosotros.
Salimos a calentar y observamos el ambiente. Se nos presenta una difícil competición con un gran nivel técnico de todos los judokas allí presentes, incluidos miembros del equipo nacional. Nuestro equipo de competición compuesto por los habituales salta al tatami con ganas aunque se ve sobrepasado por rivales de gran calidad y con muchos años más de experiencia.
Competimos en dos tandas, Rodrigo y Jorge primero. Rodrigo hace un buen combate contra un rival bastante superior al que consigue aguantar más de dos minutos, mientras que Jorge lucha contra un judoka al que podría haber ganado pero que le inmoviliza a un minuto del final tras un despiste al salir del suelo. Algo que seguramente nunca olvidará.
Pablo Fernández, Pablo Guijo y Alejandro son los siguientes. Fernández realiza un combate muy técnico, pero un molesto agarre de su rival unido a una mayor fuerza física acaban en un ippon para el contrario. Algo normal dado que Pablo compite en -81kg pesando 76kg. Su repesca sería con un judoka gallego contra el que Pablo pese haber realizado un gran combate nada puede hacer.
Guijo por su parte lucha contra uno de los favoritos de su categoría, plantea un buen combate que empieza dominando pero es al final cuando un error unido al cansancio acaba por dar la victoria a su rival.
Por último el combate de Alejandro, que se podría definir como fugaz. Su adversario marca ippon tras el saludo en un perfecto ouchi-gari que Alejandro no ve venir.
Como conclusión diría que lejos de ser un día para olvidar, nos sirve para aprender de nuestros errores y sobre todo de nuestros rivales.
